¡Cuántas veces habrás orado, u oído orar, eso de «gimiendo y llorando en este valle de lágrimas»! Correcto, es uno de los versos de la Salve Regina, que tantas veces se reza a devociones marianas en nuestra tierra. Como a la Virgen del Rocío, por ejemplo. Y, aunque alude al metafórico valle de sufrimiento que la iglesia católica promulgó incesantemente en la antigüedad, lo cierto es que brotó del puño y letra de un tetrapléjico que vivió su vida postrado y con dolores crónicos: el alemán Hermann Contractus («El Contrahecho»). Esta oración consiguió tanta popularidad, que sobrevivió a los diferentes concilios vaticanos y sus correspondientes reformas litúrgicas, hasta llegar a día de hoy con una increíble fuerza. Fuerza que, en nuestra tierra, se demuestra en todas las celebraciones rocieras.
Pero el rezo nunca ha tenido música… hasta ahora. Hasta que dos directores de la Banda Municipal de Almonte, Antonio Jesús Arias y José Sánchez Moguer, la han adaptado con acordes para banda de música. El estreno, por tanto histórico, se produjo en la Iglesia de la Asunción de Almonte el pasado viernes 27 de mayo de 2022, ante la Virgen del Rocío con sus galas de Pastora; a sólo dos días de ser despedida en su regreso a la Aldea tras haber pasado la pandemia del covid-19 junto a su pueblo almonteño. Por parte de la banda, la composición ha sido un regalo a la Blanca Paloma, simbolizado mediante la entrega de su partitura a la Hermandad Matriz.
María Isabel Roldán